
Dos aficionados decidieron jugar al ajedrez en un lago helado de la provincia canadiense de Ontario a 20 grados centígrados bajo cero.
Ron Batuigas y Nick McNaught se sumergieron en el agua llevando solo un bañador y un gorro de lana y jugaron apoyando el tablero sobre una placa de hielo.
La partida duró solo cinco minutos.